Friday, August 22, 2014
Muñecas vivientes III
El rechazo a esta cultura hipersexual se desinfla porque se identifica con la liberación sexual. "Ahora resulta que si las mujeres no quieren que sus novios vayan a un club en el que pueden meterle los dedos en la vagina a otra son unas estrechas, igual que si dicen que no quieren ver porno con su novio. Pero liberarse sexualmente... Bueno, no creo que eso quiera decir que estamos obligadas a aceptar y disfrutar este tipo de entretenimiento sexual, inventado por los hombres buscando su propio placer".
(N. Walter)
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